La formación esta basada en el aprendizaje que se realizaba antiguamente en los
talleres, empezando desde abajo, como aprendiz, barriendo el taller y colocando la
herramienta y luego, ayudante, oficial, etc.
Siempre bajo la atenta mirada y supervisión del maestro.
O como mi tío, que me llevaba por los anticuarios para enseñarme como se debían de
hacer las negociaciones y los presupuestos.
Todavía resuena en mis oídos, la frase que mi padre me decía constantemente,
“despacito y buena letra” o cuando me equivocaba y me miraba con gesto comprensivo
y me decía “hasta el mejor escribiente echa un borrón” y volvía a repetir, “tú despacito
y buena letra”.
La afición, la curiosidad y el deseo de tener la formación más amplia posible nos
lleva a comprar multitud de libros, actualmente nuestra biblioteca cuenta con más de
100 ejemplares, relacionados todos ellos con el oficio y con otros oficios circundantes,
las maderas, los estilos, la marquetería, los grandes ebanistas de la historia, los
barnices, la cerrajería, la fundición de metales, la relojería antigua, talla, dorado,
torneado, etc.
Como dije anteriormente, nos hemos dedicado a bucear en infinidad de libros y
multitud de apuntes, porque en un oficio que abarca tantas disciplinas, siempre quedan
cosas por aprender y cada dato, cada secreto de taller encontrado por pequeño que sea, es para nosotros como un tesoro